sábado, 27 de octubre de 2007

La primera noche en el CRIET


La primera noche de CRIET, algo muy extraño ocurrió. Las luces se apagaron y cuando todos estaban durmiendo, de repente...

Apareció una misteriosa tabla encima de la cama de Elena.

Cintia y Rosana se acercaron para verla, pero la que más sorprendida de todas estaba era Cintia.

Ella decía que esa tabla se trataba de la tabla del dios egipcio Ra.

En el momento que Elena giró uno de los cuadros que formaban la tabla, un remolino de tres colores diferentes (azul, verde y blanco), trasformó a las niñas en tres seres fantásticos diferentes.

Cintia, se transformó en una elfa de la noche, Rosana en una sirena y Elena en un hada de las estrellas.

Rosana se cayó al suelo por su cola de sirena, pero Elena la ayudó a levantarse y la llevó a un lago cercano de allí.

A los cinco minutos Cintia desapareció tras una cortina de nube gris.

Rosana, que ya estaba en el agua se acercó a Elena y le dijo muy suavemente mientras desaparecía entre las aguas cristalinas del lago:

-Recuerda, la quinta estrella a la derecha de la fuente de la riqueza…

Elena se quedó sola entre un bosque muy tenebroso, así que decidió ir en busca de sus amigas.

Se dirigió otra vez hacia el CRIET y…

¡Todas las chicas habían desaparecido!

Pero cosas nuevas encontró en la habitación como:

Una poción de Illusen, una bellota de Illusen, unas galletitas de nata de Illusen…

Elena al ver todo eso pensó:

-Mmmm, ¿Qué raro? Todos estos objetos son de Illusen, pero…

¡Aaaa claro! ¡Ya lo entiendo todo!

Illusen se las llevó a todas a su claro para salvarlas de la maldición.

Hoy Germán decía que iba a asustarnos por la noche, pero como vio que no estábamos en nuestras camas se acercó más y vio la tabla del dios Ra.

Él la toco de alguna manera que lanzó una maldición al CRIET, por eso Illusen se llevó a las chicas a su claro para salvarlas, pero los chicos…

Elena bajó a la habitación de los chicos y los encontró transformados en zombis.

Ella no dudó en irse de allí enseguida y dirigirse al claro de Illusen.

Cuando llegó encontró a Cintia, Rosana y todas las demás chicas del CRIET, pero no sabía que hacer con los chicos.

Illusen le dijo:

-Recuerda, la quinta estrella a la derecha de la fuente de la riqueza.

Entonces Illusen desapareció en una nube de color verde y Elena se dio cuenta de que como era un hada con talento para las estrellas, podrían encontrar la solución.

Elena las guió hasta una fuente de arco – iris donde encontraron un caldero lleno de monedas de oro.

Las chicas al verlo se lo quisieron quedar, pero Elena dijo:

- ¡No se os ocurra tocar el caldero, o los chicos desaparecerán para siempre!

Mirad, sé como arreglarlo todo, pero tenemos que hacerlo juntas.

Yo me quedaré aquí, y dos de vosotras tenis que ir con Cintia a recoger la tabla del dios Ra y todo lo que Illusen dejó en nuestra habitación.

Si lo reunimos todo y decimos unas palabras quizás podamos romper la maldición.

Las chicas no tardaron mucho en regresar con los objetos, entonces comenzaron a decir todas juntas unas palabras que decían esto:

-Illusen, sa jara sa,

Illusen, s as a jara s as a,

Illusen nat yas amistad.

Un frasco que contenía un líquido verde en su interior apareció en las manos de Elena.

Ella lo destapó y la tabla del dios Ra brilló muy fuertemente.

Cuando llegaron al CRIET, todas cayeron sobre sus camas como si les hubieran puesto la anestesia, y al día siguiente todo volvió a la normalidad.

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