La semana pasada, fue el puente del Pilar. El viernes por la mañana era la ofrenda de flores, y yo me vestí de baturra para llevarle unos claveles rojos y blancos a la virgen.
Mi madre, junto a sus compañeras, cantaba en el coro de Ariño para que la misa fuera más entretenida.
A mi me gustaron mucho sus canciones “aragonesas”.
Al día siguiente, día sábado, por el día no hice nada importante pero por la noche vimos mi madre y yo por la televisión el rosario de cristal.
Después, cuando ya me iba a dormir, mi madre me enseñó la colección de rosarios de mi abuela. ¡Tenia más de cuarenta rosarios de todas las maneras y colores! El que más me gustó de todos fue uno que parecía un anilló.
El domingo fui a comer a casa de mi abuela, y después de comerme la merienda me fui a jugar por el frontón con mi prima Julia y Emma. Allí nos encontramos con David, Víctor, Germán, Raúl…
Todos jugamos al volleyball con la pelota de Emma, y por la noche después de cenar vi “Hermanos y detectives” con mi madre.
Mi madre, junto a sus compañeras, cantaba en el coro de Ariño para que la misa fuera más entretenida.
A mi me gustaron mucho sus canciones “aragonesas”.
Al día siguiente, día sábado, por el día no hice nada importante pero por la noche vimos mi madre y yo por la televisión el rosario de cristal.
Después, cuando ya me iba a dormir, mi madre me enseñó la colección de rosarios de mi abuela. ¡Tenia más de cuarenta rosarios de todas las maneras y colores! El que más me gustó de todos fue uno que parecía un anilló.
El domingo fui a comer a casa de mi abuela, y después de comerme la merienda me fui a jugar por el frontón con mi prima Julia y Emma. Allí nos encontramos con David, Víctor, Germán, Raúl…
Todos jugamos al volleyball con la pelota de Emma, y por la noche después de cenar vi “Hermanos y detectives” con mi madre.
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