Sin ninguna duda era la camiseta más fea que había visto en mi vida.
Era un día de verano, y yo me había ido con Cintia, Rosana, Emma y Sheila a dar una vuelta por Ariño.
Así como íbamos caminando, en algunos árboles había colgados unos carteles, que anunciaban que el viernes de la semana próxima, montarían una boutique de ropa a las afueras de Ariño, y que en ella estaría la nueva camiseta de Kukusumusu.
Por lo que habíamos oído, esa camiseta era la mejor que Kukusumusu había lanzado al mercado, por eso todas la queríamos tener.
Estábamos impacientes, por ese motivo los días, a pesar de que era verano se nos hacían largos y más largos, en la piscina bañándonos, o en casa viendo la tele.
Por fin llegó el gran día, y todo el mundo se iba yendo a la nueva boutique de Kukusumusu que habían instalado en Ariño.
No solo había ropa, también había complementos, entre otro unas pulseras que nos compramos las 5 iguales.
Solo nos quedaba ver la gran camiseta, pero nos llevamos una desilusión, por que a pesar de lo que habían dicho por ahí, sin ninguna duda, ¡Era la camiseta más fea que había visto en mi vida!
Era un día de verano, y yo me había ido con Cintia, Rosana, Emma y Sheila a dar una vuelta por Ariño.
Así como íbamos caminando, en algunos árboles había colgados unos carteles, que anunciaban que el viernes de la semana próxima, montarían una boutique de ropa a las afueras de Ariño, y que en ella estaría la nueva camiseta de Kukusumusu.
Por lo que habíamos oído, esa camiseta era la mejor que Kukusumusu había lanzado al mercado, por eso todas la queríamos tener.
Estábamos impacientes, por ese motivo los días, a pesar de que era verano se nos hacían largos y más largos, en la piscina bañándonos, o en casa viendo la tele.
Por fin llegó el gran día, y todo el mundo se iba yendo a la nueva boutique de Kukusumusu que habían instalado en Ariño.
No solo había ropa, también había complementos, entre otro unas pulseras que nos compramos las 5 iguales.
Solo nos quedaba ver la gran camiseta, pero nos llevamos una desilusión, por que a pesar de lo que habían dicho por ahí, sin ninguna duda, ¡Era la camiseta más fea que había visto en mi vida!
0 comentarios:
Publicar un comentario