Todo empezó en una clase normal. Cintia estaba trabajando con su tablet, cuando no se sabe como, su cargador explotó.
Cintia exclamo:
- ¡Oh, no! Mi cargador a llegado a su fín. Mi cargador a exhalado, y su cable se a quedado pelado.
Cintia, pensaba que desde ese momento, siempre tendría que pedir el cargador a todo el mundo y que su madre le gritaría mucho y le haría dormir sobre un trozo de franela por romperlo.
Claro, que Cintia no había roto el cargador a propósito, si no que todo fue un accidente.
Cuando llegó a casa para hacer los deberes se le agotó la batería, y ella se quedó en blanco. Al no tener cargador, Cintia no podía seguir con sus deberes, y no le quedó más remedio que decírselo a su madre.
Menos mal que ella, ese asunto del cargador le pareció insignificante e intranscendente.
Al final todo se arregló, y a los pocos días Cintia volvió a tener cargador de nuevo.
jueves, 21 de febrero de 2008
La hitoria del cargador roto
Publicado por Elena en 1:03
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