Regalo por sorpresa

Cuando todos pensábamos que dentro del paquete había una Wii, no encontramos nada.
- ¿Habrá sido el monstruo de las galletas?
Se preguntaba mi primo pequeño.

Todos sabíamos que si no encontrábamos la Wii, nuestro primo Eduardo se iba a poner muy triste, porque ese era su regalo de navidad, y nosotros lo habíamos abierto sin antes consultar con él.
Entonces se me ocurrió una idea.
Como eramos cuatro haríamos dos grupos, en el primero iríamos Julia y yo y en el segundo Raquel y Nacho.
Al poco tienpo, nos distribuímos por las habitaciones y empezamos a buscar.
Julia llevaba la lupa y yo la linterna.
Yo encontré una pista, el mando de la Wii, y eso fue lo que nos sirvió, para encontrar al ladrón de Wii, levantamos la cortina y nos encontramos a... ¿¡Eduardo!?

Él quería jugar con la Wii, antes de que nadie la pudiese ver.