Ana Frank, era una niña que ingresó en el colegio de Montessori, y como hablaba mucho su profesor le hacía escribir sobre charlatanas.
El primer día Ana llevó el trabajo y al profesor le gustó, pero como en la siguiente clase habló otra vez, le volvió ha dar más trabajo. Esta vez sobre las charlatanas incorregibles.
El segundo día también llevó el trabajo, pero como en la clase siguiente volvió ha hablar, le pusieron otro trabajo, y el tema era: Cua, cua, cua, dice la señora patagua.
Ana necesitaba algo original, con la casualidad de que una compañera hizo una poesía sobre una madre pata y un padre cisne con sus patitos que sirvió a Ana para pasar desapercibida.
El primer día Ana llevó el trabajo y al profesor le gustó, pero como en la siguiente clase habló otra vez, le volvió ha dar más trabajo. Esta vez sobre las charlatanas incorregibles.
El segundo día también llevó el trabajo, pero como en la clase siguiente volvió ha hablar, le pusieron otro trabajo, y el tema era: Cua, cua, cua, dice la señora patagua.
Ana necesitaba algo original, con la casualidad de que una compañera hizo una poesía sobre una madre pata y un padre cisne con sus patitos que sirvió a Ana para pasar desapercibida.